Creer que la prevención de las adicciones se trata de una charla o una conversación sobre drogas con nuestros hijos, es una posición simplista y cómoda que no dará resultado. Ante la realidad que vivimos, nos conviene ampliar esta visión, y aceptar que la adicción es una enfermedad mucho más amplia que el uso compulsivo de las pantallas y el consumo de drogas.
Hay un sinnúmero de factores que influyen en el inicio del consumo y muchos de estos se desarrollan en la infancia; la detección y tratamiento de estos factores temprano es la estrategia de prevención más efectiva. Sin embargo, la prevención de las adicciones en la etapa de la infancia genera rechazo y censura, y existe un razonamiento desacertado en el que se justifica que hablar de adicciones temprano puede generar curiosidad en nuestros hijos.
Hablar, escuchar, reflexionar y hacer reflexionar sin tabúes es mucho más efectivo en la prevención de las adicciones que pretender tapar el sol con un dedo. Ofrecer espacios en los que tanto niños como adolescentes se perciben escuchados, crear vínculos seguros de confianza y fomentar el pensamiento reflexivo sin prejuicios, son semillas que se siembran en la infancia.
Quizá al llegar a la adolescencia se difuminen estos escenarios, y cuando su hijo adolescente vaya por primera vez a una fiesta engrose la lista de menores que beben alcohol, quizá no; pero la semilla se ha sembrado y habremos aportado herramientas que pueden usar cuando las necesiten.
Más allá de prohibir beber alcohol, usar vape y limitar el tiempo en las pantallas, sugerimos estas pautas que se entrenan desde la infancia:
- Transmitir un sistema de valores.
- Establecer límites y consecuencias.
- Crear rutinas.
- Dar responsabilidades.
- Fomentar el pensamiento reflexivo desde temprano.
- Responder en vez de reaccionar.
- No resolver, sino acompañar.
- Refuerzo positivo.
- Promover las habilidades sociales del niño.
- Potenciar los talentos e intereses.
- Practicar actividades de ocio saludables.
- Ser un referente para ellos.
Conscientes de que la adicción es una enfermedad in crescendo vertiginosamente, podemos ser el principal entorno protector de nuestras familias. Y aun así, la prevención no es un truco mágico que erradica totalmente la enfermedad, pero es esencial para combatirla. ¡Comencemos!