Prevenir es Vivir

Prevenir es Vivir

Cuando se llega al tratamiento ya es tarde para prevenir. ¿Es mejor prevenir que curar? Esta frase clásica, en modo afirmativo, agudiza su significado cuando se conoce la naturaleza compleja de la enfermedad de la adicción.

La prevención de la adicción es el conjunto de actuaciones frente al consumo de sustancias o de conductas adictivas, encaminadas a disminuir los factores de riesgo y a desarrollar factores de protección. Consiste en promover y practicar un estilo de vida y un manejo emocional saludables, contrarios a los generados por la adicción. El Center for Substance Abuse Prevention (CSAP) de Estados Unidos, define la prevención como el conjunto de las acciones que permiten a los ciudadanos una vida sana, productiva y segura.

La prevención no es un truco mágico que erradica totalmente la enfermedad, pero es substancial para combatirla. Prevenir es la meta fundamental y más deseable para todas las enfermedades, pero en el caso de las adicciones representa un reto arduo, debido a la velocidad en que surgen nuevas sustancias psicoactivas (NSP) y emergen adicciones conductuales inéditas.

En los últimos cuatro años, las NSP han aumentado en el mercado abierto y en internet, lo que representa mayor disponibilidad para mayor población de usuarios. En el Informe Europeo sobre Drogas de 2016 se notificaron un total de 98 NSP, lo que elevó el número de nuevas sustancias a más de 560, de las cuales el 70% se ha detectado en los últimos cinco años.

En el año 2018, las adicciones sin sustancia, como las nuevas tecnologías, los juegos online y los videojuegos, fueron incluidas en la Estrategia Nacional de Adicciones de la Unión Europea.  En el año 2019, la Organización Mundial de la Salud hace oficial la adicción a los videojuegos como un trastorno mental. El ciberespacio facilita un mercado para la compra-venta de sustancias, así como foros de intercambio de información e instrucciones sobre consumo, además de la utilización de determinadas apps (Wapo, Tinder, Grindr, etc.), donde se promueven nuevos patrones para el consumo de drogas ligados a prácticas sexuales.

La gran paradoja caprichosa y primitiva ante la problemática social y de salud que genera la adicción, es la resistencia a la prevención debida a diferentes causas. Desde el simple escepticismo respecto a su utilidad y efectividad, hasta la existencia de poderosos conflictos de intereses, dado que los beneficios económicos generados por el tratamiento son muy superiores a los derivados del negocio de la prevención.

¿Y las víctimas de la enfermedad de la adicción, quienes por causas disímiles no alcanzaron el tratamiento? Según la Organización Mundial de la Salud, en el año 2018 murieron 450,000 personas en el mundo por únicamente por consumo de drogas. Esta cifra debe generar una preocupación individual, familiar y social.

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